26 de abril de 2007

Pull and Bear


Tengo qué confesarlo. Hace más o menos un mes, durante un operativo rutinario de supervisión de aparadores de tiendas, entré a Pull and Bear y sentí escalofríos cal percibir una súbita atracción por ciertas cosas que veía en los aparadores. Confundido, me pregunté si sucedería próximamente la lógica consecuencia de dicho comportamiento,empezar a salivar por una playerita de Hollister, o peor aun, de Abercrombie. Desesperado, entre a los probadores y me miré al espejo, buscando rastros físicos de una enfermedad mental cuyas manifestaciones apenas comenzaran a notarse en mi cabeza.

Presa del pánico y de la negación, no volví a Pull and Bear sino hasta mucho tiempo después. Sin embargo, los nefastos síntomas volvieron a presentarse, lo que me obligó a afrontar la situación con mucho más aplomo y seriedad. Después de cierto tiempo, pensé aliviado para mi mismo que este gusto inhóspito por pull and bear no era consecuencia de un cambio en mi apreciación estética sino de una gradual pero notable cambio en los trapitos que vendía, como por ejemplo, la playera chingonérrima de Earnie & Bert de Plaza Sésamo y los sudaderas con gorrito (en la imagen)?

La transformación de Pull and Bear me tomó por sorpresa. Las tiendas siguen siendo tan genuinamente rústicas comoel Pueblo Polinesio de Disneylandia, pero hubo un cambio mucho más profundo en la manera de aproximarse a la ropa que vende. De ser el gris hermano gringacho del emporio Inditex, Pull and Bear ha madurado en carácter para presentar estampados o colores pensados exactamente en hacer buena mancuerna como para trabajar en equipo con cortes sencillos y cómodos Mucho más compacta y coherente que la atrapa-todo Zara o de la chillante Bershka, la colección de Pull and Bear tiene un estilo cuyo relajamiento al parecer ha hecho todo menos quitarle personalidad. Me atrevo a decir que ahora podría ser en lo general (la mayoría de los estampados me parecen todavía medio vacíos y hechos para un racail europeo cualquiera) el hermanito más aventajado de toda la familia gallega, y por triste y malinchista implicación, la mejor cadena de ropa comercial en México.



21 de abril de 2007

Philippe Starck en México.

Para todas las víctimas del diseño me es grato informarles que Philip Starck ha decidido orientar sus misiles a México y diseñar vía la firma Fashionista-inmobiliaria Yoo by Starck (sic que enfatiza el compromiso de la firma, según sus propias palabras, "con un estilo de vida democrático") los interiores de una serie de departamentos y villas de lujo en Puerto Vallarta, entre el pueblo y la Marina. Su sorpresivo y burbujeante nombre: Icon Vallarta.

Hablemos primero de Starck como diseñador. Tengo que confesar que el sufijo "by Starck" no me provoca ese sentimiento orgásmico que provoca en muchas personas. Sinceramente, no veo mucho valor agregado en la obra de un diseñador cada vez más fordista y con más proyectos simultáneos que el número de bolas de caca que hacen los chivos al obrar. O bueno, okei. técnicamente SÍ puedes meter tus starckianas garras en el desarrollo de buenos proyectos, aunque la mayoría de ellos requieren un tiempo que Monsieur Philippe no tiene y que por su puesto, acaban siendo desarrollados por otras personas. Lo que lleva a un dilema de reconocimiento sobre quién hizo finalmente qué. Porque mientras el equipo hizo todo el diseño, la firma de Monsieur Philippe sobre los departamentos (como un lienzo) es la diferencia entre venderlos en 100,000 o en 800,000 dólares. Eso es magia, ¿no?

La personalidad en el siglo XXI es como un hoyo negro: engulle y devora cualquier otro parámetro de valoración. Y en este regocijo de estilo de vida democratico,elmismositio de Yoo no tiene reparo en decir, en el choro diarreico que se avientan sobre como la compania mayor valoralos proyectos, que It's like buying a Prada handbag, only you're buying a Starck flat" Ewww..

La verdad, me da pavor cuando leo cosas asi. Verbalizar una equiparación del valor de un diseño con el valor de una marca, y más aún, utilizarlo para fines publicitarios me parece francamente estúpido, especialmente cuando el diseño interior debe ajustarse a su contexto ecológico y funcional. Y los monogramas y cualquier valor de marca es, por definición, totalmente uniforme. Y he aquí que los grandes babeadores de marcas acaban viviendo en una especie de mctrío, un producto homologado y que jamás hablará de ellos como personas sino como productos del diseño iso9000-izado -pero no se olviden muchachos, de/mo/cra/ti/ca- de un tipo llamado Starck.

Hablemos ahora de Starck como marca. Si hemos de ser pragmáticos, si van a hacer copias baratas de disenios estandarizados del cool globalizado, supongo que siempre es mejor que nos lleguen sin interpretadores intermediarios. Así que celebro la llegada de McDonald's, la de Zara y ahora de Starck....ahh no, sorry... ni siquiera... YOO BY STARCK.

Cheers.

Architectonica + Yoo by Starck
ICON VALLARTA


11 de abril de 2007

Guias Urbanas Wallpaper/Phaidon. Addendum: Ciudad de México

Después de mi disonante experiencia con la guía de París , decidí volver a lanzar los dados y comprar la guía de la Ciudad de México, pensando que tal vez lo que me había encontrado antes reflejaba más el carácter particularmente acidito de la capital francesa y menos con la política editorial de las guías.

Si la guía de Páris keeps it cool y esconde con sarcamos de french poodle su admiración por ciertos lugares ciertamente atractivos, el de la de la Ciudad de México juega un estilo mucho más franco -que no francés- y humilde. El Archi-Tour chilango es la parte más sólida del librito. Las demás secciones hacen lo que pueden por sacarlas más correas de tan poco cuero y acaban soltando vivas y hurras a lugares y artículos francamente sosos, con un carisma lunar obtenido sólo por el reflejo de ese morbo kitsch que ha venido plagando la idea de compras en México para cualquier extranjero no-zapatista.
Supongo que no hay nadie a quien culpar por este resultado. La Ciudad de México ha estado poco y erráticamente en la lista de ciudades exotihipsters, y apenas comienza a ser puesta en la mira -y todavía a muchos ojos de distancia- de Sao Paulo, Rio o Buenos Aires.

Despues de dos guías leídas, una jugando de local y otra como infatuado permanente, mi dictamen sobre las guias Wallpaper/Phaidon arroja lo siguiente: son una serie bastante buena y somera de referencias para globalizados diletantes, especialmente para aquellos que son sajones de Clarkenwell y Portobello que se ponen shorts y mochilas cada vez que hace mas de diez grados en el lugar donde se encuentren.

¿O pensaban que había otra clase de Globalizados?

Qué tiernos.