18 de octubre de 2007

Revista File

Hace unas semanas sufrí una súbita plantada en el Caravanserai, y tal vergüenza me alcanzó sin ninguna estrategia eficaz de retiro. Como como pude me fui a refugiar en la primera cosa que pudiera disfrazar mi situación, y que acabó siendo nada menos que una revista medio poserita con una enorme Kate Moss en su portada. Se llamaba File, y entre la opción de quedarme viéndola o dar un término prematuro a mi asoleo social semanal, naturalmente decidí esconder mis pestañas bajo la cara de la supermodelo. Empecé a arrastrar el tiempo hojeando la revista, y de pronto me di cuenta que habían pasado ya cuatro turibuses por Orizaba y en algún momento había comenzado a leerla página, cosa que no hacía ni con mis revistas más íntimas. Punto set y partido para la sorpresiva File.

El diseño es bastante depurado y evita saturaciones gráficas. De hecho, los contenidos gráficos son bastante disciplinados y nobles como para ahogar el cuerpo textual de la revista, que acaba haciendo una sólida mancuerna con las imágenes impresas y provocando buenas satisfacciones tanto como para los pornógrafos de las imágenes como para los lectores de ocasión.

La revista no es sólo guapa; aparentemente, tiene más de un redactor de cerebro. A la distante frivolidad condescendiente de una señorona revista-lifestyle se le suma un aroma medio intelectual que nunca puede dejar de caer bien, especialmente cuando se atreve a presentar cosas diferentes que la ropa usada de Wallpaper o Vogue París, y más aún, cuando su política editorial aparece vacunada contra la infecciosa pandemia de sexofilia barata o obsesión a las celebridades. Incluso en un tema tan (actualmente) estéril de reflexiones interesantes como la belleza -tema al que File dedicaba la edición especial que leía en la casa de té-, la revista logró encontrar un rinconcito de presentación que no hace uso ni de Lolitas, Botox ni monogramas de Louis Vuitton. El número de File está tan bien hecho que incluso logra llevar con bien el titánico reto de hacer de una entrevista con Kate Moss algo más que una mórbida serie de clichés idiotas.

Como casi todo lo bueno hecho en México, File está desgraciadamente extinto desde hace un año. Pero no se preocupen, porque ahora pueden ver a la revista ¡como un ejemplar coleccionable de edición limitada! Mejor eso que tazos de sabritas, ¿no?

FILE
$120, @ Librería Polanco
Aristóteles 85, Polanco

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