22 de enero de 2007

El Conejo Blanco

Hay muchas personas (i.e. sureños) que no le creen nadita a la Condesa y la ven más bien como una loca cazadora de la moda. Y pues.....pa'qué digo que no, si sí. No estoy en posición alguna de defender su causa. Y por eso mismo se me hace más interesante el hecho de que se abriera el monstruo literario del Fondo de Cultura en Tamaulipas, y más aún, El Conejo Blanco, una librería independiente que por motivos obvios carece de entrada de la tranquilidad financiera de ser la librería insignia de una de las editoriales más importantes de Hispanoamerica.

El Conejo Blanco se refiere a sí mismo como "galería de libros", un signo de que más de uno involucrado en el proyecto tomó sus buenas clases de mercadotecnia. La verdad, el Conejo Blanco no es un edén de literatura alternativa (a menos que se crea que Cortázar y Kerouac lo son, en cuyo caso la lectura de esta entrada es innecesaria y se recomienda visitar en su lugar los libreros giratorios del Vips más cercano), pero tienen una selección de literatura que sin ser exhaustiva es bastante cuidadosa. La sección de arte tiene también varios libros interesantes y difíciles de encontrar, sobre todo en su parte teórica.

Si los títulos no son el as bajo la manga del Conejo Blanco, sí lo es su visión de librería. En primer lugar, por tener, eso sí, un tamaño y manejo de títulos mayor al de lugares similares. Más aún, por tener características que al parecer se habían extinguido en las librerías (y en especial, las independientes): un mínimo orden en la presentación de los libros y una configuración espacial con un diseño amable y sensible para abordarlos antes de comprarlos.

La supervivencia de este conejillo podría mostrar varias cosas importantes. En primer lugar, enseñar que una inversión relativamente grande
en empresas culturales puede ser autosostenible, y más aún, demostrarle a la hurañas librerías independientes sobrevivientes en la Ciudad que el diseño de espacios no es un capricho sino un factor clave para la atracción de clientes

(Lo cierto es que ya sea porque se haya puesto de moda (!!!!) o porque finalmente le dio vergüenza después de tanto tiempo, entre Illy e Illy al parecer la Condesa aprendió finalmente a leer y a escribir).

CONEJO BLANCO
Amsterdam 67, entre Sonora y Parras
Colonia Condesa
www.conejoblanco.com.mx