El miercoles 20 el Gobierno del Distrito Federal presentó a los cinco finalistas del concurso para la construcción de la Plaza1 Tlaxcoaque. Los cinco proyectos conceptuales se pueden ver en en la página de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, y tendrán que entregar la versión final de sus proyectos para mayo. Firme con mi conviccion de que siempre hay que poner la carreta delante del burro y que una plaza debe ser una plaza antes que un happening arquitectónico, mi proyecto favorito es el de Alexandre Lenoir, Ignacio Carón, Santiago Castorina, Andrés Francesconi, Humberto Guel y Marco Macrelli (en imagenes), que desarrollan una propuesta clara, somera, relativamente sencilla y que se preocupa primero que nada por el éxito de la nueva plaza como espacio público que por otras engañosas aspiraciones.
El Tlaxcoaque de Lenoir et al. es una plaza bien integrada al resto del Centro, con una delimitación lo suficientemente detectable como para no diluirse en el resto de la tierra de nadie en que se convierte el Centro Histórico después de pasar Izazaga pero haciéndola también fácilmente accesible el desarrollo de una verdadera vida pública. Por dentro, el proyecto divide la amiba tlaxcoaquiana en varias secciones, entre la que destaca de manera literal un talud rodeando al templo de Tlaxcoaque, dotándole a la diminuta iglesia de un protagonismo que difícilmente tendría en las condiciones actuales, y resolviendo -al menos parcialmente- el problema de desnivel existente entre Tlaxcoaque y el Zócalo que corta actualmente la posibilidad tener un verdadero eje visual entre las dos plazas.
El Tlaxcoaque de Lenoir et al. es una plaza bien integrada al resto del Centro, con una delimitación lo suficientemente detectable como para no diluirse en el resto de la tierra de nadie en que se convierte el Centro Histórico después de pasar Izazaga pero haciéndola también fácilmente accesible el desarrollo de una verdadera vida pública. Por dentro, el proyecto divide la amiba tlaxcoaquiana en varias secciones, entre la que destaca de manera literal un talud rodeando al templo de Tlaxcoaque, dotándole a la diminuta iglesia de un protagonismo que difícilmente tendría en las condiciones actuales, y resolviendo -al menos parcialmente- el problema de desnivel existente entre Tlaxcoaque y el Zócalo que corta actualmente la posibilidad tener un verdadero eje visual entre las dos plazas.
1 comentario:
Estimado,
Veo que tienes mucho tiempo libre en la oficina ya que has publicado largos artículos. Empero, he detectado una falla en tu super blog: no tienes comentarios. Creo que el chiste del blog es un poco esta retroalimentación entr tu y el resto del mundo.
Roberto Gerhard
PS.
Respecto al artículo, si ese es un boceto del proyecto se ve bastante padre!
Veo que tus artículos en la sección de cultura de proceso les falta algo de punch. Le pones mucha crema a tus tacos.
Yo sugeriría un poco más de síntesis, ir más pronto al grano pues, por lo menos yo como lector perdí el interés en los artículos -entradas- largas. Y es una pena pues en esta oficina de mierda no tengo mucho que hacer más que esperar.
Bueno.. te recomiendo un blog que me topé hace rato que refleja muy bien cómo me sienteo y qué pienso cada día con mayor firmeza sobre el trabajo. Se llama Desokupados, echale un ojo y luego hablamos
Saludos
RGT
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